Bueno, te cuento, estos dos últimos meses me he dedicado a [confidencial], [confidencial] y [confidencial], ahora que nos pusimos al día hablemos de creación de servicios jurídicos.
La historia de un despacho
La impresión inicial
Hace unos días estaba en un gran despacho de Madrid, de estos que tienen QR para entrar como invitados, identificaciones, listas, permisos, pisos altos con vistas espectaculares de la ciudad, con cristaleras que te hacen pensar “todo lo que toque la luz es mi reino”.
Bonito, muy bonito.
Y yo, como legal designer, me puse a analizar toda esta performance.
Todos esos controles, bienvenidas, merchandising me hacían pensar que estaba en un sitio mega exclusivo, que sería mimada y cuidada, aunque fuera la contraria y mis zapatillas Puma NES Edition no fueran el objeto de todas las miradas.
Las 3 abogadas que me esperaban en una sala pulcrísima me hacían pensar que estaba ante tres fieros contrincantes que ponían las mejores sonrisas para sorprender al cliente.
No faltó la frase “¿sabes de propiedad intelectual?” o el clásico “no sé cuánto tiempo llevas, pero yo llevo 20 años en esto”.
No os daré muchos más detalles aunque juro por los dioses que es una historia bastante épica.
El quid de la cuestión
Tan épico como que llevo casi 3 semanas que estas personas me den la oferta que me prometieron dar en una semana.
Lo que me llama alarmantemente la atención es lo siguiente: desde un punto de vista del cliente, este despacho da la sensación de eficiencia implacable, las compañeras querían sorprender a su cliente con esta apariencia.
Más, a la hora de la verdad, es simplemente eso: apariencia.
Si das la impresión de vender servicios, exclusivos, de alta calidad, que estarán las cosas en una semana, estás haciendo una promesa en la mente de tu cliente.
Creas una expectativa.
Si no cumples, desde un punto de vista de ventas, puedes tener un problema tocho.
Algunos le llaman frustración, yo le llamo “estaban bien pero ya sabes, abogados…”
Creación de servicios jurídicos.
Paso 1 para la creación de servicios jurídicos
Cada vez que hacemos consultoría sobre creación de servicios jurídicos empiezo midiendo el tiempo.
¿Cuánto tardas en hacer un contrato? ¿Y en revisarlo? ¿Cuánto te lleva un escrito para juzgados? ¿y si es algo que no dominas? ¿Cuánto tiempo dedicas a la investigación? ¿Qué tipo de servicios te gustan? ¿Cuáles son tus asuntos favoritos de este año? ¿Cuál no repetirías ni por un millón de euros y por qué?
Me callo y escucho.
Observo y analizo.
Porque mi trabajo como legal designer es observar, sacar conclusiones y ayudarte a crear el mejor diseño posible.
Paso 2.
Entonces todo eso lo paso a una pizarra o a una hoja de papel y empezamos a dibujar tu despacho.
Para racionalizar recursos, organizar jornadas, hacerlo de varias maneras para que te sientas cómodo manteniendo ese ritmo de trabajo.
Lo probamos un tiempo ¿funcionó? ¿Qué tal fue la experiencia? ¿tus clientes estuvieron cómodos? ¿Qué podríamos mejorar? ¿Pasaste la encuesta de satisfacción?
Lo ideal es encontrar ese equilibrio donde vas con ganas al trabajo, haces lo que te gusta, con personas que te gustan.
A veces te salen rana, pero como me dijo este amigo del que te hablo de cuando en cuanto ¿Si el cliente no te hace feliz por qué deberías mantenerlo?
El quid de la cuestión
Quemarte, sobre esforzarte, no tener tiempo para ti o los tuyos, estar en una rueda de levantarme, desayunar, ir al trabajo, comer, seguir trabajando, cenar, dormir, repeat, no suena a vida.
Lo sé adoras tu trabajo, yo también lo digo, mucho y muy fuerte, te entiendo y lo comparto.
Solo te diré, bajito y tú ya luego le das una vuelta ¿Alguna vez has apagado el piloto automático y empiezas a reparar en los cambios a tu alrededor?
Una amiga me dijo “llevaba tanto tiempo sin mirar algo que no fuera una pantalla que me sentí como el de guns akimbo, todo estaba en alta definición, como a 4k”
Crecer no significa cargarte de trabajo, esto me lo recordó alguien súper especial para mí, crecer puede ser contar con un equipo para repartir trabajo o puede ser cobrar más para tener un ritmo más pausado.
Crear servicios jurídicos tiene que beneficiar a las dos partes: a tu cliente para que esté contento, a ti para que disfrutes del trabajo.
Alguna vez te he hablado de tomarse un momento de calma, de disfrutar del único bien escaso que tenemos: el tiempo.
Tomate todo el tiempo del mundo para crear un servicio que se ajuste a ti, se puede mejorar y cambiar, no está escrito en piedra.
Y mi último recordatorio: las mejores ideas se tienen cuando tu cerebro ha podido trabajar en segundo plano y vagar.
El P.D oficial sobre creación de servicios jurídicos
Creo que alguna vez te he hablado de este tema desde otro punto de vista, pero no tenía conexión a internet, debería haber arañado un poco de tiempo para dormir que llevo una semana entera durmiendo una media de 5 horas y otras cuantas catástrofes que me trajeron hasta aquí.
A escribir algo útil y bonito para celebrar el radiante amanecer de un 21 de septiembre.
El P.D 2 que te digo de corazón
Si, yo también te he echado de menos.