Una vez fui becaria, la líe parda. No, no fue una metida de pata, simplemente faltaba cultura de la innovación.
Hace 6 años estaba trabajando como becaria; no, no llevaba café, hacia informes jurídicos y escritos que luego firmaba mi jefe. Mi jefe era nuevo como yo, entró poco antes de que yo entrara a ser su becaria. Adoraba a mi jefe y aún le sigo escribiendo.
Un día, me di cuenta de que la base de datos que usaban en el trabajo estaba en excel. Desastroso. No se entendía nada de nada. Todo estaba mezclado y con colores para diferenciar lo vivo de lo muerto.
Sé usar Acces y sé hacer macros en acces (en excel aprendí después). Acces es un programa para bases de datos que puede manejar cantidades ingentes de datos e interrelacionarlos, como hacían manualmente en el trabajo. Creí que tendría más sentido usar acces.
Así que le ofrecí a mi jefe migrar de excel a acces, y que le haría un grupo de macros-alertas para avisar a los compañeros de trabajo que les quedaba X días para que X contratos fueran renovados, le mostré un prototipo.
Mi jefe: encantado.
Mitad de la plantilla: ¿Qué has dicho Mare?
Obviamente estalló una guerra ¿cómo iban a aprender a usar un nuevo programa? ¿para qué quiero automatizarlo si ya me apaño con post-it y mi agenda?
Entonces, mi jefe me llamó al despacho, en mi cabeza todo daba vueltas «ya verás como la lié parda» me decía una y otra vez, «mi primer trabajo duró menos que un suspiro»
En su despacho, mi jefe dijo unas palabras que no olvidaré: «no has hecho nada malo, tranquila. Solo abandona el proyecto y dedícate al nuevo trabajo que te voy a poner, no vale la pena innovar porque no hay cultura de la innovación«
La cultura de la innovación.
Después de aquello, me rellené a libros sobre el tema, empecé a investigar porque no entendía como un cambio de programa, que suponía una mejora, pudo hacer enfadar a la mitad de la plantilla.
Tras la investigación, comprendí que no puedes intentar hacer innovar a las personas que no están preparadas, por mucho que tengas recursos.
La innovación viene de un cambio de mentalidad y de organización, no tiene nada de magia, es todo trabajo duro, estar fuera de «tu zona de confort» es difícil, no nos engañemos: es más sencillo resistir el cambio.
¿Cómo implementar la cultura de la innovación en el despacho?
Teniendo un buen plan, analizando el sistema organizacional del despacho y confiando en el equipo.
La cultura de la innovación entrará en juego cuando hayas creado el clima adecuado, cuando los trabajadores puedan sentirse libres para sugerir cambios, cuando el despacho tenga interiorizado que su centro es la innovación.
Pero esa innovación no deben ser solo palabras, debe acompañarse de herramientas, no me refiero a una alta inversión tecnológica. La innovación es transversal a varias disciplinas, incluido el management y la tecnología.
He visto inversiones de cientos de miles de euros en programas informáticos que no han servido para nada, porque no se formó adecuadamente a los empleados, porque no se hizo un análisis previo de lo idóneo del programa o de si la empresa estaba preparada.
El primer paso: empatiza.
Es sencillo, hay que verse en el espejo ¿es este un despacho innovador? ¿Si no lo soy como puedo hacerlo? o mejor aún ¿Debería hacerlo?
Tenemos que empezar a buscar entender que tipo de despacho soy para, luego, saber qué tipo de despacho quiero ser.
El segundo paso: Define.
Establecemos los «puntos de dolor», analizando el ejemplo de la historia que te conté antes: mi plantilla no se siente cómoda cambiando de programa. Mi plantilla no se siente segura ante las innovaciones
¿Cómo podríamos crear un ambiente seguro para que los empleados innoven?
¿Cómo podríamos hacerles sentir cómodos aprendiendo nuevas habilidades?
Definimos los retos que tenemos que afrontar.
El tercer paso: Idea.
La innovación si es conjunta mejor, haz participar a todo el equipo de trabajo, o al máximo número de ellos, para que sientan que han construido algo y que se sientan involucrados.
Tip: Las pequeñas grandes ideas son las que mejor mueven el mundo, ten claro que los proyectos tienen altibajos y que no hay que desanimarse.
El cuarto paso: prototipa.
Utiliza mock ups, lápiz, papel, todo lo que puedas al menor coste para ver si funciona.
El quinto paso: Prueba.
Analizamos si ha funcionado. Si no, buscamos que ha fallado, para calibrar que tenemos que hacer ahora.
Mi mejor consejo: prueba barato, falla rápido, tenlo todo documentado para poder saber que ha pasado.
Cultura de la innovación y legal design (thinking)
¡Vaya! Que te he puesto de ejemplo como innovar usando los pasos del design thinking ¡que sorpresa!
Era mi forma de sugerirte que una de las herramientas que puedes dar a los miembros del despacho es el design thinking, para que puedan comprender la innovación, es fácil de practicar una vez interiorizada.
Cultura de la innovación: La conclusión.
La innovación, puntual y aislada, no es suficiente.
Tiene que ser una rueda que no para. Tiene que ser recurrente para entender que de verdad hubo un cambio en la cultura de la empresa.
Este post se centra en el análisis en el equipo, en enseñar a la plantilla a pensar de manera estratégica. Pero faltaría comentar el tipo de organización, como se comportan los jefes de equipo, y otras cosas que hablaré en mi siguiente post.
Te dejo dos apuntes extra para reflexionar:
- Innovar en el sector legal es posible. El mejor momento es ahora ¿Por qué? te estarás preguntando, pues es muy sencillo: la innovación significa adaptabilidad al mercado y, por tanto, te aseguras tu hueco en el mercado.
- Actualmente, el éxito profesional no depende en lo bien que resuelves los casos, depende de la confianza que construyes y como la construyes.
¿Todos los abogados vendemos experiencia, capacidad y confianza. ¿Lo has pensado alguna vez?
Si todos vendemos lo mismo ¿Como verá una persona de fuera lo que de verdad nos diferencia a unos de otros?
El P.D que quieres.
Aun no te lo he comentado, porque seguramente es obvio, pero innovar en el despacho no es cosa de los grandes despachos, está al alcance de todos.
Si quieres iniciar a tu equipo en el Legal Design Thinking escríbenos a hola@akme.es
El P.D que te hace sonreír.
Al final no se implementó acces, obviamente. Yo me fui, mi jefe también, y la empresa no cambió; pertenecía a un sector que algunos quieren innovar pero es un dinosaurio (casi) imposible de mover.
Pero esta historia, más adelante, también me hizo aprender otra cosa: hay veces que innovar es una auténtica necesidad, aunque se resistan al cambio, es necesaria para sobrevivir. En otras el modelo es válido y solo hay que retocar.
Si estás aquí puede que estés pensando en innovar ¿hablamos?